CICLOTURISMO - CANTA
Cicloturismo en Canta II
Viernes, 16 de enero de 2015
Después de hacer todos los
preparativos y coordinaciones para nuestro 2do Cicloturismo, nos enrumbamos a
nuestro nuevo destino…
Siendo las 4 am y con el sonido
de la bocina de un auto nos despertamos. Era mi tío con el que previamente
coordiné para que nos haga el taxi hacia el pueblo de Quipán – Canta que sería
el punto de partida del Cicloturismo.
El pueblo de Quipán se encuentra
ubicado en el margen izquierdo del río Chillón de Canta. Salimos de madrugada
para llegar lo más temprano posible, porque el lugar es bien lejos.
En el recorrido con el taxi por
la carretera a Canta, nos desviamos a la altura del km 87 y a 2 km siguientes
se encuentra el pueblo de San José y de allí en adelante aproximadamente 36 km
para llegar a Huamantanga, este tramo es muy complicado para el manejo por los
precipicios, han habido muchos accidente por este motivo.
Durante el recorrido de San José hacia Huamantanga hay una capilla
del Señor de Huamantanga. La costumbre dice que “todos los que pasan por allí
tienen que dejar sus dos velitas en la capilla sino no regresan…” siguiendo la
costumbre ya habíamos comprado nuestras velitas en San José y al llegar a la
Capilla, que es una parada obligada de todos los que pasan por allí a dejar sus
velitas, nos detuvimos para pedir al señor de Huamantanga que nos lleve con
bien y dejamos nuestras velitas.
Llegamos a Huamantanga que está a
3680 msnm promedio de las 8 am. Tomamos un rico desayunito para luego ir a
Quipán donde iniciaría el Cicloturismo.
Llegamos a Quipán que se
encuentra a 8 km de Huamantanga a las 9am.
Un hermoso lugar para apreciar la belleza de los paisajes canteños. Desde
este lugar se puede ver la frontera entre Canta y Huaral.
Siendo aproximadamente ya las 10
am comenzó nuestra nueva aventura: 2do Cicloturismo. Partimos de la hermosísima
Quipán
Recorrimos
toda la carretera que va rumbo a Huamantanga apreciando sus bellos paisajes, su
cielo azul, sus nubes, sus campos… la vía se encuentra en buen estado por la
cual las bicicletas no tuvieron problemas en su recorrido.
Todo el trayecto nos acompañó un
sol intenso. Este mes es de lluvias, pero no se produjeron, algo bueno para
nosotros; pues eso era nuestro temor ya desde Lima. Que hubiera lluvia y que
impidiera nuestro recorrido.
Con mi flaquita nos deteníamos en los lugares más bonitos
para poder apreciar con detenimiento la belleza de los campos de Quipán,
hidratarnos, comer alguito y para
tomarnos una que otra fotito para el recuerdo.
Un recorrido que no queríamos que se termine hasta que
divisamos a lo lejos a Huamantanga y entraba lo nostalgia que ya se terminaba
este tramo que fue muy bonito y tranquilo.
Hicimos una parada para ver las bicicletas y sobre todo para
desconectarnos del mundo y solo ser los dos.
Ya entrando a Humantanga; despidiéndonos de la ruta de Quipán entramos en la duda si comer en
Huamantanga y quedarnos a descanzar allí hasta el día siguiente o continuar…
Optamos por la segunda opción y continuamos.
Llegamos aproximadamente a las 10:40 a la Plaza de Armas de
Huamantanga a descanzar un poco e
hidratarnos porque el sol estaba fuerte.
La ruta de allí hasta San José
iba ser larga y más accidentada por ese motivo que mi flaquita me sugirió
seguir hasta San José y bueno hay que hacer caso la intuición de la mujer así
que nos enrumbamos a San José. Yo un poco preocupado porque la llanta delantera
de la bici de mi flaquita se había hinchado.
Partimos de Huamantanga promedio
de las 11:30 am rumbo a San José sabiendo que esta ruta iba ser muy complicada.
Así que pedimos la bendición del Señor de Huamantanga para que nos vaya bien.
A la salida de Huamantanga no
tuvimos inconvenientes, pero con el
problema de la llanta decidimos ir despacio, hasta que llegamos a la Cruz donde
empieza la ruta crítica. Sabíamos que ha habido muchos accidentes de transporte
y más aún cuando a la subida vimos varias capillitas de personas fallecidas,
así que con todo eso seguimos adelante.
Y empezamos el descenso de forma
brusca ya que los frenos tenían dificultad para responder por la inclinada
pendiente y encima se venían curvas cerradas que terminaban en el abismo. En dos
oportunidades me tuve que ir contra el cerro para poder frenar porque con la
velocidad que iba no iba poder girar en la curva… daba un poco de miedo, pero
nadie nos quita la adrenalina vivida en ese momento de peligro.
Llegamos a una parte de la
carretera que parecía que era subida pero al momento de pasar con las bicicletas
no había necesidad de pedalear solas se iban las bici… En fin, cosas de la
naturaleza.
Llegamos a la Capilla del Señor
de Huamantanga y como es la costumbre, nos detuvimos para dejar nuestras
velitas y pedir por nuestro viaje.
Ya después de la capilla, entramos
a la parte de la carretera donde se aprecia el valle del río Chillón y sobre
todo podemos apreciar a lo lejos nuestro
querido San Buenaventura.
Llegamos aproximadamente a las 3
pm a San José por las múltiples paradas que hicimos en el trayecto y por lo
dificultoso de la carretera. Con el cuerpo cansado y molido… solo queríamos
asearnos y comer…
Fuimos a ver el hospedaje del pueblo
para poder rentarlo pero la señora encargada no se encontraba así que tuvimos
que esperar un rato para poder hospedarnos. Mientras tanto vimos donde podíamos
comer.
El hospedaje del Pueblo de San
José nos cobró S/. 20 soles por la noche y lo bueno era que tenía espacio para
guardar las bicicletas. Nos aseamos y salimos a comer; la señora que nos
atendió muy gentil nos sirvió lomito saltado con su agüita de Cedrón. Ya bien
comidos nos fuimos a descansar hasta el día siguiente. Pensábamos ir a la plaza
en la noche, pero el cuerpo ya no dio más.
Ya al día siguiente bien
descansados y como nuevos tomamos nuestro desayuno en la misma señora de la
cena anterior. Un cafecito con su papita rellena, todos los ingredientes
cosechados allí mismo. Ya bien comidos nos enrumbamos a nuestro destino final
de este cicloturismo – San Buenaventura.
San José hasta la carretera que
va rumbo a Canta son 2 km hasta llegar a la pista, solo bajamos despacio porque
aún quedaban algunos dolorcitos del día anterior.
Ya en la pista solo quedaba
manejar tranquilo por nuestro carril ya que los autos colectivos que bajan de
Canta pasan a velocidad sin medirse.
Y así va terminando nuestro segundo
cicloturismo por tierras canteñas. Claro una última fotito para el recuerdo con
mi flaquita.
Cicloturismo en Canta I
Después de casi un mes de
preparación para enrumbarnos en nuestra aventura por el Valle del Río Chillón
en la provincia de Canta; arreglando la bici para mi flaquita y comprando una
bici para mí; comprando los accesorios necesarios; por fin ya estamos listos
para salir.
Lunes, 22 de enero de 2014
Siendo las 4 de la madrugada, a
despertar y esperar a un tío que nos iba hacer el taxi para San Buenaventura desde
donde partiríamos el Cicloturismo, porque somos conscientes que no somos profesionales
en este deporte y de Lima a Canta no
llegamos, aunque es una meta futura, subimos las bicicletas al carro y nos
fuimos.
Llegamos a San Buenaventura
promedio de las 8 am, tenemos todo el día para descansar y relajarnos.
Martes, 23 de enero de 2014
Previo un buen desayuno preparado
por mi mamá Juana Badillo Aliaga (Mi abu), siendo ya las 7:30 nos alistamos
para empezar el recorrido, en nuestras mochilas llevamos ropa para tres días
porsiacaso, útiles de aseo, herramientas si la bici falla como inflador,
parches, desarmador universal entre otras cosas.
Partimos de la Plaza de Armas de
San Buenaventura con un sol radiante que nos daba energía; montamos y a
pedalear…
La carretera está en buenas
condiciones y las bicis se comportaron muy bien en la ruta. Esta experiencia
siempre quise vivirla; manejar la bici por las rutas de San Buenaventura;
sentir la briza del aire chocar con mi rostro y ver a mi flaquita a mi costado
manejando.
Son 6 kilómetros hasta la entrada
al pueblo desde la pista rumbo a Canta, nuestra primera parada la Cruz de Tunapiz,
para tomar un poco de aire y deleitarnos con el paisaje venturino… Recuperamos
aire y continuamos…
La próxima parada el puente de la entrada de la autopista hacia San Buenaventura, esta entrada también se dirige hacia San Miguel y Obrajillo.
La próxima parada el puente de la entrada de la autopista hacia San Buenaventura, esta entrada también se dirige hacia San Miguel y Obrajillo.
Todo este trayecto no tuvimos
inconveniente porque no hay mucha subida más es bajada, hasta que llegamos a la
pista, ahora si empieza la subida y a sudar bastante… Mi flaquita tuvo muchas
complicaciones para subir, yo lo hacia zigzagueando porque las piernas ya no
daban para pedalear… Llegamos a Canta a las 11 am, y decidimos ir a la Plaza de
Armas a descansar un poco, menos mal que las nubes taparon el sol y estaba más
fresquito el ambiente.
Luego de descansar, nos fuimos
almorzar cerca por la plaza un delicioso menú de 6 soles, la sopa bien rica de
casa y un lomito saltado para recuperar fuerzas para seguir con el plan.
Siendo las 1:30 nos enrumbamos
hacia Pariamarca, donde dicen que están los mejores quesos de todo el valle,
empezamos la subida por la carretera descansando, descansando, porque mi
flaquita ya no daba para más pues todo el trayecto era subida, yo dándole ánimos
para seguir.
Hasta que llegamos al desvió a Cerro de Pasco; allí nos quedamos como media hora para arreglar las bicis que tuvieron unos desperfectos, y nos enrumbamos hacia Pariamarca.
Ya este trayecto hacia Pariamarca era parte bajada y plano con pocas subidas. Tiene un paisaje muy bonito ideal para recorrer con las bicicletas, hasta después de 2 km. Llegamos al arco de la entrada de Pariamarca.
El tiempo estaba friolento con neblina, así que nos dirigimos a la Plaza de Armas del pueblo para descansar, no había mucha gente por las calles. Después de apreciar la plaza y alrededores, decidimos que era hora de retornar a Canta.
Hasta que llegamos al desvió a Cerro de Pasco; allí nos quedamos como media hora para arreglar las bicis que tuvieron unos desperfectos, y nos enrumbamos hacia Pariamarca.
Ya este trayecto hacia Pariamarca era parte bajada y plano con pocas subidas. Tiene un paisaje muy bonito ideal para recorrer con las bicicletas, hasta después de 2 km. Llegamos al arco de la entrada de Pariamarca.
El tiempo estaba friolento con neblina, así que nos dirigimos a la Plaza de Armas del pueblo para descansar, no había mucha gente por las calles. Después de apreciar la plaza y alrededores, decidimos que era hora de retornar a Canta.
El camino de vuelta fue más
tranquilo porque todo era de bajada, sin embargo antes de partir freneé las
bicis para que no nos ganara en la bajada y así llegamos a Canta
aproximadamente a las 5 pm, bien agotaditos; pero con el placer de haber
cumplido la meta del día aunque con mucho esfuerzo. Ya en Canta nos acercamos a
una carreta que vendía emoliente con cachanga
y compramos porque teníamos mucha hambre. Con la pancita llena compramos más
para la cena porque como nos veíamos cansados ya no nos iba a quedar fuerzas
para salir de noche. Luego fuimos a buscar un hospedaje donde nos permitieran
guardar las bicis, y lo encontramos. El hospedaje “Cielo Azul” nos cobró S/. 20 soles y nos dijeron que subamos con
todo y bici al cuarto.
Como ya nos habíamos imaginado,
solo nos aseamos y a descansar para el día siguiente, que la meta era Obrajillo,
Acochaca y Huacos… a domir!
Miercoles, 24 de enero de 2014
Siendo las 7 am nos despertamos
con hambre y nos fuimos a tomar desayuno al mercado Cooperativa, un rico lomo
saltado con su infusión de manzanilla para tener fuerza para cumplir la meta
del día.
Ya bien comidos nos fuimos a
sacar las bicis para emprender la nueva ruta, esta vez es de bajada hacia
Orajillo. La carretera esta buena, el único inconveniente es cuando pasan
carros grandes allí si hay que parar en un costado para que pasen. Aproximadamente
media hora después llegamos a la Plaza de Armas de Obrajillo, una relajo para
apreciar el entorno y seguimos hacia Acochaca.
Pasando obrajillo hay una pendiente elevada lo cual nos dificultó, pasando eso ya todo era más tranquilo y seguimos la ruta con el acompañamiento del rico sol que brillaba, más los paisajes preciosos del valle de Canta.
Pasando obrajillo hay una pendiente elevada lo cual nos dificultó, pasando eso ya todo era más tranquilo y seguimos la ruta con el acompañamiento del rico sol que brillaba, más los paisajes preciosos del valle de Canta.
Aproximadamente, media hora
después llegamos a Acochaca, un pueblo chiquito y desolado, pensamos que no
tenía mucho atractivo más que la ruta de llegada; hasta que decidimos ir a
Huacos y a la salida vimos un puente de piedra solo para personas. Fue lo más
bonito que vimos en todo el cicloturismo, fotito por aquí y por allá para el
recuerdo.
El Puente esta hecho de piedra y lleva el nombre del pueblo Aqochaka que significa Aqo - Arena y Chaka - Piedra muy bonito para sentarse a ver el puente y el cause del río Chillón.
Este puente de piedra en uno de los pocos que todavia queda en pie en todo el valle del río Chillón, a soportado el caudal hasta ahora.
Este puente de piedra en uno de los pocos que todavia queda en pie en todo el valle del río Chillón, a soportado el caudal hasta ahora.
Ya era hora de ir hacia Huacos,
pero analizamos bien la ruta y vimos que era demasiada subida y más el
cansancio de piernas del día anterior no íbamos a llegar y como ya era las
11:30 am decidimos regresar para almorzar en Obrajillo y no cumplimos la meta
del segundo día; pero la realidad era otra.
Ya en Obrajillo, decidimos comer
en un restaurante chico porque en los restaurantes campestres había mucha gente
y queríamos tranquilidad, llegamos a un restaurante que se encuentra subiendo
por el puente de Obrajillo a la mano izquierda. Nos atendió una señora muy
amable y pedimos sopa de casa con trucha frita, qué deliciosa comida… La sopa
al probarla me trajo recuerdo de mi niñez, cuando mi abuelita me preparaba, y
ni que decir de la trucha acompañado de su chica de jora…
Siendo las 2 pm después de llenar
bien la pancita, era momento de retornar a Canta, como era todo subida en un
nivel muy alto y recién comidos, decidimos subir a pie, hasta que sintieramos
que ya había digerido un poco la comida para montar la bici. Es así que
llegamos a Canta promedio de las 4 pm para asearnos, descansar y salir a pasear
en la noche por la ciudad, porque esta vez teníamos más físico que el día
anterior; pero primero alquilar la habitación por un día más, S/. 20 soles
adicionales.
Salimos de noche a pasear por la
calles y a comer algo para ya el día siguiente retornar hacia San Buenaventura.
Jueves, 25 de enero de 2014
Nos despertamos a las 8 am un
poco más tarde que el día anterior, nos fuimos a tomar desayuno en el mismo
lugar del día anterior. Ya bien comidos, nos fuimos a alistar nuestras cosas;
una arregladita a las bicis; echarnos bloqueador y nos enrumbamos de retorno.
Hicimos la misma ruta para el regreso, bajamos por Obrajillo y seguimos toda la carretera camino a San Buenaventura. Como todo era pendiente abajo no exigíamos la pierna, todo era relajo; disfrutar del paisaje; las brisas chocar nuestros rostros y ver a mi flaquita a mi costado compartiendo bellos momentos de felicidad.
Hicimos la misma ruta para el regreso, bajamos por Obrajillo y seguimos toda la carretera camino a San Buenaventura. Como todo era pendiente abajo no exigíamos la pierna, todo era relajo; disfrutar del paisaje; las brisas chocar nuestros rostros y ver a mi flaquita a mi costado compartiendo bellos momentos de felicidad.
Llegamos aproximadamente al medio
día a San Buenaventura, exhaustos de nuestra aventura decidimos descansar y recuperar
fuerzas… Se terminó el Cicloturismo.
0 comentarios:
Publicar un comentario